domingo, 30 de enero de 2011

¿Más viviendas? Tenemos muchas razones

En ocasiones hemos recibido algunas críticas a propósito de nuestra línea de trabajo promoviendo la autoconstrucción de viviendas, recriminándonos su carácter asistencial. Pero seguimos empeñados en esta fórmula de cooperación porque creemos que es una de las que más contribuyen a mejorar el día a día de muchas personas y, lo que es más importante, es uno de los trabajos que más ayudan a que los beneficiarios aborden de forma positiva su futuro.
Muchas de las familias con las que trabajamos están inmersas en una realidad en la que el sustento diario es la máxima preocupación; en esas circunstancias es poco menos que imposible para sus protagonistas pensar en el medio y largo plazo, en las estrategias que unifican a la familia y permiten una mejora del grupo.


Tras varios proyectos de autoconstrucción de viviendas hemos comprobado el impacto de las nuevas casas en las vidas de las familias protagonistas. El primer cambio visible es de tipo sanitario porque los beneficiarios abandonan lugares abiertamente insalubres; el siguiente es un cambio social y grupal, porque el proyecto involucra a toda la familia y a la comunidad al construirse con ayuda de brigadas comunitarias. También hay un importante cambio psicológico, porque se convierte en una fuente abundante de autoestima individual y colectiva; y, por supuesto, un cambio familiar porque enraíza a parejas e hijos en un lugar y permite a los niños el acceso a la educación y la sanidad, dándoles una oportunidad (por pequeña que parezca puede ser fundamental) para que rompan el círculo de la pobreza que los atrapa si no cuentan con una mínima formación.

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